Dr. Julio Cesar Caione
En el estrés por calor se producen cambios fisiológicos en los animales en ambientes con altas temperaturas, lo que conduce a una disminución de ganancia de peso, pérdida de peso, menor producción de leche y baja performance reproductiva. En condiciones extremas puede llegar a producirse la muerte de los animales. Es importante tener en cuenta que la temperatura ambiental no es la única variable que influye, también debe considerarse la humedad relativa, la radiación solar y la velocidad del viento.
Bajo las condiciones de altas temperaturas y humedad, se recomienda evitar el movimiento de la hacienda. Además es importante asegurar en la medida de lo posible fuentes de sombra y agua de calidad. Estas medidas deben extremarse en los animales que se encuentran consumiendo festucas tóxicas o pasturas con elevada infección por Claviceps purpurea.
Las pasturas infectadas producen una dificultad en el animal intoxicado para disipar la temperatura corporal, lo que sumado a las características del medio, pueden generar un cuadro de síndrome distérmico o "golpe de calor", donde la temperatura animal puede llegar a 42ºC y poner en riesgo la vida.
Los síntomas detectados son el cambio en la frecuencia respiratoria, empiezan a babear, estiran la cabeza hacia adelante y la bajan como buscando aire. Pueden echarse en el barro buscando calmar el calor, y en casos graves mueren con temperatura corporal por arriba de 42°C.
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